En esta entrevista nos cuenta su historia, Margarita, una maestra de preparatoria en una escuela rural en Puebla, México. En enero de 2023, Margarita recibió un premio por la implementación de estrategias innovadoras de la Secretaría de Educación Pública de México. Por primera vez en los 20 años de su escuela, 9 niñas fueron a la universidad. Dice que todo es gracias a CommonLit, al cual llama “la solución a todos mis problemas”.
¿Por qué decidió ser docente?
Soy publicista de profesión, mi licenciatura es publicidad y relaciones públicas. Estuve trabajando como cinco años y pues me di cuenta que no había como un fin en el que ayudara en algo, en aportar algo a la sociedad. Entonces decidí hacer algo que sí ayudara a la humanidad: un granito de arena... eso fue ser maestra. Mi papá es maestro, vengo de una familia de maestros.
Fui a experimentar, salí de la universidad y mi maestro me dijo dedícate a la investigación y bueno resulta que en la docencia y la investigación encontré mi vocación. Entonces es por eso, creo que como maestros, es una forma de cambiar el mundo que no nos gusta por uno que sí nos gusta. Esa es la razón.
¿Qué tipo de recursos tecnológicos y didácticos tiene en su escuela?
Pues recursos tecnológicos nada, o sea hemos gestionado con apoyos y alguna labor de los padres de familia y tenemos siete máquinas obsoletas y cuatro laptops para una población estudiantil de 77 alumnos.
Con respecto a libros pues tenemos libros que igual son ya obsoletos. Estamos haciendo una biblioteca de libros para motivar la lectura. Han sido donaciones, gestiones que estoy haciendo para que nos donen libros buenos. Aquí en México lo que es Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco, José Saramago son muy caros los libros, los que son los libros nuevos. Entonces lo que hacemos es cooperar entre todos para comprar libros nuevos e irlos intercambiando. Ahorita tenemos veinte libros de los que podemos decir que son buenos entre clásicos y lecturas sobre todo juveniles que a los chicos les interesan.
CommonLit me ayuda muchísimo a mejorar la comprensión lectora.
¿Qué le motiva a seguir usando la plataforma CommonLit?
Con todo lo que llevo de investigación me he dado cuenta que el libro físico me ayuda mucho a mejorar la velocidad lectora, pero CommonLit me ayuda muchísimo a mejorar la comprensión lectora. Lo tengo muy bien identificado porque la mayoría de las evaluaciones para el ingreso a la universidad son con este tipo de preguntas de análisis, de profundización, de razonamiento y de la respuesta correcta, entonces eso me ayuda mucho a mejorar la comprensión de textos. Por eso uso esas dos estrategias y a CommonLit no lo suelto, porque me ha ayudado muchísimo. Prepara a los estudiantes a hacer el examen de ingreso a la universidad con buenos resultados. La velocidad me garantiza que el joven termine de leer el examen porque no es solo que lo resuelva es que lo pueda terminar de leer, y después resolverlo. CommonLit me ayuda a que tengan más posibilidades de ser asertivos en la resolución de ese examen.
¿Cómo describiría a sus estudiantes?
La realidad es que estamos en una zona de la Sierra Norte de México, del estado de Puebla. Esta zona está calificada como una zona de alta marginación, los usos y costumbres son ir a la escuela por obligación. No hay la aspiración a la universidad. Entonces cuando llegan a la prepa es un choque porque se dan cuenta que no les vamos a regalar la calificación y hay que trabajar para ganarlas. Son chicos muy inquietos y pues la lectura no es su fuerte. Mi labor aquí es enamorarnos por la lectura, y que vean sus capacidades.
Pero son chicos extremadamente talentosos, te comento que somos una escuela muy pequeñita y competimos con escuelas de Puebla, ciudad capital y centros escolares, y hemos ganado concursos de poesía, de ensayo y de cuento. En los años pasados durante la pandemia fue difícil porque había que estar en contacto con ellos, necesitan el coacheo. Sí es impresionante, lo que yo les doy es una semillita y lo hacen un árbol gigante.
Se prepararon y lograron el ingreso a las universidades con los exámenes porque mucho ayudó la estrategia de CommonLit, la verdad ha sido este una oasis en el desierto.
Recibió un reconocimiento a nivel Federal desde la Secretaría de Educación Pública por la implementación de estrategias innovadoras en la pandemia. ¿Nos puede contar más sobre este reconocimiento?
El caso que expuse fue la generación que le tocó cerrar con la pandemia. Mi director me dijo “oye mira, hay un curso de CommonLit, ¿qué te parece si lo checas a ver si nos puede ayudar con la lectura?” Encontré la solución a todos mis problemas, pues fue una generación increíble aquí. Las niñas no van a la universidad por tradición, a veces es más fácil casarse o irse a trabajar de trabajadoras domésticas. Entonces no es lo mejor o lo ideal para ellas, pero con esa generación con la que empecé a trabajar en CommonLit, ya tengo nueve niñas en la universidad.
Nueve niñas se fueron a la universidad y están estudiando nanotecnología, ingeniería industrial, gastronomía, pedagogía. Es un logro impresionante como comunidad estudiantil. Se prepararon y lograron el ingreso a las universidades con los exámenes porque mucho ayudó la estrategia de CommonLit, la verdad ha sido este una oasis en el desierto. Hay que trabajar mucho sí, pero los resultados ahí están. Es la primera generación que tenemos nueve niñas en la universidad. En lo que lleva el bachillerato, que son como 20 años, no llevamos esa cantidad de niñas graduadas. Es lo más impresionante. Entonces presenté ese proyecto y ese fue el reconocimiento que me dieron, por implementar estrategias en pandemia.
Para mí lo más importante no es el reconocimiento, es estas nueve niñas que lleguen a graduarse, ya hasta les dije que por cada una me voy a poner una estrellita como tatuaje para que nunca se me olvide, por si me da Alzheimer. Entonces para mí ese es el mayor orgullo, el mayor reconocimiento.